Niñas,niñas,aquí estoy de nuevo,que parece que he estado de vacaciones mentales estos días,a veces cuelgo el cartelito de cerrado por vacaciones.
Como siempre voy de acá para allá fijándome en todo el mundo,con los ojos y las orejas puestas veo y oigo de todo,es entonces cuando pienso "debería dejar de oir".Por eso vuelvo con "mis" extraños,esos extraños que sin querer empiezan a convertirse en algo más que eso,esos anónimos para nosotros y grandes amigos de otros o simplemente personas que andan solas por la vida.Me llama mucho la atención como de un tiempo a esta parte,no tan corto ya,el uso del móvil se ha hecho tan y tan frecuente,a veces contabilizo cuántas personas hablan por el móvil en la misma esquina,acera...son muchas,todos lo hemos hecho,cuántos van mandando mensajitos y cuántos otros y van jugando,si es que el móvil se ha convertido en una extensión de nuestro cuerpo,y...lo aseguro,se puede vivir sin él,lo he probado y sigo viva,he probado a olvidarlo,a tenerlo sin saldo,y a que no me localicen siempre que quieran,que si no es por una cosa o por otra,ya sea buzón de voz o sms,o el mensajito de tiene una llamada perdida de...no tenemos excusa para decirle a fulanito menganito que no sabíamos que nos había llamado porque ese fulanito se rebotará tremendamente si además el móvil al que llama está apagado o fuera de cobertura...Así que queramos o no estamos controlados,lo seguiremos estando,de mil maneras diferentes,y seguiremos inertes dejándonos llevar por la marea,por el rebaño,sólo alguna oveja negra se salva,todo lo negro es malo?Ese es tema aparte,yo iba a escribir sobre los extraños y ya me he ido del tema,como extraño número 1,y para el día de hoy he elegido a "mi psicópata",sé que suena raro,pero no sé su nombre,sé de su mirada,y es de psicópata.Ya lo veo con cariño,años atrás lo hacía con miedo,haciendo un cálculo a ojo llevaré encontrándomelo unos 8 años...que se dice pronto,debe vivir en mi antiguo barrio,al que voy todos los días...antes me lo encontraba y me clavaba esa mirada azul en el escote que me dejaba fría no era capaz de mirarlo,aceleraba el paso y bajaba la cabeza,con el paso de los años empezó a saludarme "adios rubia" y yo de rubia tengo poco(eso es un tema aparte),seguía intimidándome...hace dos días lo vi,caminando a paso ligero como siempre,con su bomber,como siempre,mirando a todos lados,como siempre por la acera de enfrente,me echó una de sus miradas y no pude hacer otra cosa que sonreirle,el lobo(aunque no me fío) no es más que un corderito,me da pena,es joven,hasta guapo y si no mirara como un loco...tendría unos ojos preciosos...pero...y lo mal que me lo ha hecho pasar?
